CRIAR: Desafío y
Obsesión
Deben existir
pocos
sentimientos
comparables a
los que
experimenta un
criador cuando
obtiene un
trofeo de
relevancia en
una Exposición
importante con
un ejemplar de
su propiedad.
Aquel ejemplar
diferente, que
sobresale del
resto, que uno
no puede dejar
de observar en
un final de Raza
y que alcanzó
los máximos
logros
seguramente
contará con una
magnífica
estructura pero
sin duda también
contará con
mucho trabajo,
esfuerzo y
tiempo dedicado
para transformar
esa gran promesa
en un verdadero
Dobermann de
show.
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Todo el proceso
debe comenzar
con la correcta
elección de lo
reproductores.
Al elegir los
progenitores no
debería solo
evaluarse sus
virtudes
estructurales
sino también que
fueran
ejemplares
sociables con la
especie humana,
con gran
capacidad de
adaptación a
cualquier
entorno, carente
de
comportamientos
agresivos
descontrolados
hacia las
personas y hacia
los de su propia
especie. La
selección de los
reproductores
solo por su
estructura lleva
muchas veces a
dejar de lado
evaluar su
temperamento. Es
sumamente
importante poder
retirar del
plantel de
progenitores
aquellos
portadores de
defectos
hereditarios
indeseables y
seleccionar en
base a
características
concretas
vinculadas a la
raza. La
reproducción de
ejemplares con
temperamentos
inadecuados para
la raza
representa un
factor de riesgo
cierto para que
los cachorros
puedan a su vez
manifestar tales
trastornos.
Madres
nerviosas,
hiperactivas o
ansiosas van a
ser incapaces de
educar
correctamente a
su descendencia.
Es sabido que
los cachorros
aprenden a
imitar a su
madre por lo
cual una
conducta
temerosa e
insegura será
captada por su
progenie que
aprenderá a
temer a los
mismo estímulos.
Es también
cierto que si
bien
genéticamente
existe una
predisposición a
determinadas
conductas estas
se expresan con
mayor facilidad
cuando el
entorno es
inapropiado. El
estado sanitario
de los
reproductores
debe ser una
prioridad para
todo criador. La
salud influye en
la fertilidad,
fecundidad, en
la gestación, y
por lo tanto en
el estado
sanitario de los
futuros
cachorros. La
edad de los
reproductores es
otro factor para
tener en cuenta
ya que animales
viejos son menos
fértiles, tienen
lechigadas menos
numerosas y son
más propensos a
tener
dificultades
durante el parto
aumentando la
incidencia de
cesáreas. |
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Realizado el
cruzamiento se
debe efectuar un
control adecuado
de la gestación
como del manejo
del parto ya que
todo influirá en
forma
trascendental en
los futuros
cachorros.
Muchos de los
aspectos
fisiológicos y
de conducta que
se van a
manifestar en
los cachorros se
determinan ya
durante la
gestación. En la
gestación los
errores de
alimentación,
tratamientos
médicos
inadecuados,
enfermedades de
cualquier tipo
pueden
determinar no
solo
reabsorciones
fetales sino
también abortos,
mortalidad
perinatal y
neonatal.
Cualquier
medicamento que
se administre a
la madre es
susceptible de
llegar al feto.
El peso al
nacimiento de un
cachorro depende
no solamente de
factores
genéticos sino
también de la
edad y salud de
la madre en lo
referente a su
estado
nutricional o
posibles
enfermedades
parasitarias o
infecciosas. Es
además
importante
evitar en las
madres gestantes
situaciones
estresantes
innecesarias. La
correcta
alimentación de
la madre debe
ser una
prioridad.
Durante los dos
primeros tercios
de la gestación
solo se
desarrolla la
tercera parte
del volumen
fetal. En el
último tercio se
producen las dos
terceras partes
del crecimiento
siendo por lo
tanto
fundamental la
alimentación en
las últimas 3
semanas. Habrá
que proporcionar
una alimentación
enriquecida en
proteínas y
lípidos. Los
balanceados para
los cachorros en
crecimiento
suelen ser
bastante
adecuados. Habrá
que respetar una
semana de
transición para
transformar de
manera
progresiva la
ración de
mantenimiento a
una ración
diferente.
Evitar la
sobrecarga
gástrica, en un
abdomen que
contiene un
útero con
numerosos fetos,
es importante
debiéndose
aumentar el
número de
raciones
diarias. Errores
en la nutrición
de la madre
durante la
gestación y la
lactación pueden
llevar a
procesos como
eclampsia o
alteraciones en
la cantidad o
calidad de la
leche. Hembras
muy obesas
suelen tener
menor índice de
fertilidad y
también mayores
problemas en el
parto. La perra
aumenta por
regla general un
25 % del peso
normal al llegar
al parto. |
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Todo criador
debe preparase
adecuadamente
para el momento
en el cual se
produce el
parto. Esto
representa el
primer paso para
evitar problemas
que pueden poner
en riesgo la
salud de los
recién nacidos.
Parideras
inadecuadas
pueden facilitar
el aplastamiento
por parte de la
madre. Preparar
el entorno
adecuado, estar
presente en el
momento del
inicio del parto
y controlar su
evolución normal
es de gran
ayuda. Es
importante saber
que el primero y
el último
cachorro tienen
mayor riesgo de
morir. En esta
trascendental
etapa el
cachorro sufre
cambios
violentos e
importantes como
los
circulatorios,
respiratorios y
metabólicos
pasando de un
entorno dentro
del útero
líquido,
cerrado, y con
temperatura
estable a un
entorno seco,
abierto, y de
temperatura
variable al
nacer. Los
perros nacen con
los ojos
cerrados y tal
vez sea esa la
mejor expresión
de indefensión
explicando la
estrecha
dependencia que
tiene para su
supervivencia de
los cuidados
externos que
reciban ya sea
por parte de la
madre o de sus
propietarios.
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La lactación es
la fase de mayor
demanda
energética. El
máximo
requerimiento de
toda la
reproducción se
produce
precisamente
alrededor de los
15 – 20 días de
la lactación. La
alimentación de
la madre debe
incrementarse
tres o cuatro
veces o
inclusive
administrase a
voluntad.
Después del
parto la perra
debe pesar entre
un 8 a un 10 %
más que antes de
quedar preñada
para mantener
una adecuada
lactación.
Madres
inexpertas,
nerviosas,
viejas,
impacientes, con
cuadros de
ansiedad, pueden
ignorar a sus
cachorros o en
el extremo
opuesto llegar a
traumatizarlos
hasta inclusive
matarlos.
Hembras
demasiado
dependientes de
sus propietarios
pueden no querer
permanecer con
sus crías. Otras
las lamen en
forma compulsiva
no
permitiéndoles
mamar y dormir
adecuadamente.
La interacción
entre la madre,
los cachorros y
el entorno es
fundamental.
Durante la
primera semana
los recién
nacidos maman
cada 1 o 2 horas
y periódicamente
la madre los
lame estimulando
los reflejos de
micción y
defecación.
Durante la
primer semana
prácticamente se
dedican todo el
tiempo a dormir
y mamar. Su
sueño es
acompañado de
movimientos o
temblores. Las
influencias
precoces a
través del
ambiente van a
actuar de manera
importante en su
comportamiento.
Está demostrado
que los
cachorros que
son sometidos
por sus
propietarios a
una frecuencia
mayor de
caricias y
manipulaciones
tendrán un mejor
equilibrio
emocional
posterior.
Tratarlos en
forma dulce y
suave es
aconsejable. El
peso puede
disminuir
ligeramente o no
cambiar el
primer día. Si
es importante
que se recupere
al segundo y
luego debería
aumentar todos
los días. Un
cachorro debe
doblar su peso
entre los 10 a
12 días de
nacido. El
incremento de
peso diario
normal
correspondería a
un aumento entre
el 5 – 10 % del
peso al
nacimiento. Las
condiciones de
higiene de la
paridera son de
suma importancia
pudiendo dar
origen a
infecciones
umbilicales,
oculares o
dermatológicas.
Se deberá cuidar
el entorno donde
esté ubicada la
paridera. La
excesiva
concentración de
animales o de
gente pueden
dificultar la
lactancia.
Lechigadas muy
numerosas,
producción
insuficiente de
leche, falta de
instinto
maternal pueden
ocasionar
desnutrición en
el recién nacido
pudiendo llegar
a la
deshidratación,
diarrea,
hipoglucemia,
hipotermia y
muerte.
Estadísticamente
hasta un 30 % de
los cachorros
pueden morir
antes del
destete y el 65
% de esas
muertes se
producen durante
la primera
semana de vida.
Esto representa
una pérdida
económica de
suma importancia
en los
criaderos.
La
identificación
de los cachorros
es fundamental
para poder
llevar un
control adecuado
de los mismos.
Es importante
ayudar a los
débiles y a los
de menor peso
procurando que
todos tengan
acceso a las
mamas con mayor
producción de
leche. Todos
deben mamar por
igual y en forma
regular. Los
cachorros más
retrasados deben
colocarse en las
mamas
posteriores que
suelen tener más
leche. Se puede
complementar la
alimentación de
toda la
lechigada o de
algunos
cachorros con
lactancia
artificial. El
control diario
del peso de cada
cachorro
representa la
mejor evaluación
para su
crecimiento. La
prevención de la
hipotermia es
fundamental
debida a los
escasos
mecanismos de
control que
tienen los
recién nacidos
teniendo la
temperatura
ambiental una
gran
importancia. La
hipotermia
deprime la
capacidad de
succión y la
función
gastrointestinal
pudiendo ser
además
rechazados o
ignorados por la
madre agravando
aún más el
cuadro. La
temperatura
ambiental
adecuada el
primer día de
vida es en torno
a los 30-32 ºC.
La primer semana
28-30, la
segunda 26-27 ºC,
la tercera 24 –
25 ºC.
Temperaturas
superiores a 33
ºC. pueden
motivar el
abandono de la
lechigada por
parte de la
madre. La
inmediata
ingesta del
calostro luego
del nacimiento
es de vital
importancia Las
defensas de los
cachorros
dependen
principalmente
de la inmunidad
pasiva que
reciban de la
madre a través
del calostro.
Cabe recordar
que solo un 5 %
llega a través
de la placenta.
La absorción
intestinal de
anticuerpos debe
producirse
durante las
primeras 24-48
hs. El corte de
cola y del
primer dedo debe
realizarse entre
el 3 y 5 día de
vida. Efectuarlo
dentro de los 2
primeros días
puede
representar un
stress
innecesario con
un mayor riesgo
para el neonato.
Establecer
protocolos de
desparasitaciones
adecuados con
controles
coproparasitológicos
periódicos y
planes de
vacunaciones
estrictos deben
ser
cuidadosamente
respetados. |
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Mantener a los
cachorros en
contacto físico
con la madre y
otros adultos
hasta los 2
meses de edad
suele ser muy
importante. La
manipulación de
los cachorros
por diferentes
personas desde
las primeras
semanas ayuda y
mucho para su
futuro como
perro de Show.
Es por lo tanto
necesario el
contacto físico
no estresante de
los cachorros a
temprana edad y
con la mayor
diversidad de
personas
posibles.
Ambientes con
estímulos
diversos son
fundamentales
para un futuro
cachorro de
competencia. Es
así mismo de
destacar que
evitar estos
contactos
aduciendo la
prevención de
posibles
infecciones o
parasitosis, que
pudieran
adquirir, solo
favorece la
formación de
ejemplares
temerosos y mal
socializados. A
medida que los
días pasan es
mas importante
el contacto de
la cría con
otros animales,
niños, adultos,
ruidos, en
particular a
partir de la
tercer semana de
vida. Es
fundamental que
a partir de la
tercer semana
los cachorros se
encuentren con
un en torno
variado y que
experimenten
todo tipo de
influencias y
estímulos. La
privación de
contacto con
estos factores
ambientales es
perjudicial para
el posterior
desarrollo del
cachorro. Es
sabido que el
aislamiento en
una jaula en una
zona limitada
del criadero no
estimula su
socialización y
por el contrario
favorece futuros
trastornos de
conducta.
Enseñar a
temprana edad a
jugar con la
pelotita u otros
objetos, caminar
con la correa,
andar en coche,
limar las uñas y
prestar atención
frente al
estímulo que
representa
mostrarle comida
es indispensable
para un futuro
Dobermann de
show.
Aproximadamente a las 5 semanas aparece la respuesta de miedo ante
estímulos
desconocidos. Es
por lo tanto
importante
enfrentar a una
edad temprana a
la mayor
diversidad
posible de
estímulos
intentando así
evitar
reacciones
negativas que
puedan influir
en la conducta
posterior.
Dentro de una
misma camada es
frecuente
observar la
presencia de
cachorros con
temperamentos
claramente
diferentes desde
los primeros
días de vida. Es
así mismo cierto
que hay
propietarios que
siempre tienen
ejemplares con
conflictos de
carácter o de
conducta por
excelente que
sean los
antecedentes del
de sus
progenitores.
Todo criador busca siempre criar un mejor y más completo ejemplar que sea
además un
excelente
reproductor.
Todas las
diferentes
etapas tienen
fundamental
importancia en
esa búsqueda
constante.
Desatender
algunos de los
eslabones puede
malograr el
enorme esfuerzo
realizado. Criar
un Dobermann de
buena sanidad,
estructuralmente
sobresaliente,
en un ambiente
adecuado que
supo forjar su
firme
personalidad y
que le permitió
desarrollar una
imagen de
seguridad y
confianza debe
ser nuestro
desafío y
obsesión.
|
Dr. Javier Fariña
(Argentina)
Médico Veterinario
Juez Especialista -
Criador
Nota cedida por la
revista Dobermann Latino
(año 1 N°1 JULIO 2005)
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